domingo, 15 de julio de 2012

Enrique Tamay


Chimbote (1964). En 1988 publicó su primer libro de cuentos, Abriendo la puerta. Su novela Transeúnte sin destino, apareció en 1994; anteriormente había publicado un segundo libro de cuentos, Por el pasadizo (1991). En 1998 entregó el poemario Cuaderno de interrogantes, luego el conjunto de microrrlatos De infidelidades y demás yerbas (2006) y el volumen narrativo La historia del supuesto medio hermano de mi media abuela (2009).

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Acaso soy un poeta maldito
o simplemente la maldición me ha caído
encima desde el principio

Ayer mismo sorprendí a mi sombra
acechándome  sin preámbulos y
me partió el alma
de un solo golpe con una sola lágrima
con un solo suspiro
Por qué una lágrima ajena tiene que 
calar hasta mis huesos 
y por qué tengo que huir 
encerrarme en mi habitación o oscuras 
quedarme profundamente dormido 
y no querer soñar con nadie ni con nada 
Por qué las cosas tienen que ser de este 
modo y no de otro 
Realmente a mi sombra le regalé un instante
de ternura de esperanza 
de camino para encontrarse 
Yo soy un poeta maldito poseído 
por los mil demonios 
cuando levanto el vaso hago sombra 
cuando apuesto a plasmar caminitos en una hoja 
en blanco hago sombra
cuando le hago el amor a mi mujer hago sombra 
cuando juego con mis hijos hago sombra 
Los muertos también hacen sombra
pero yo quiero vivir...vivir
por siempre para siempre 
caminar descalzo ventilar 
mi humanidad al infinito 
No me imagino cadáver 
ausente
este pensamiento me angustia 
La vida tiene un precio  la muerte se juega a la ruleta
Tengo que andar lo andado y no andado 
encontrar un tramo de paz para mis ojos 
me animo y ne el trayecto descubro a un imbécil 
conozco a más de uno y todos me parten la paciencia 
y no tengo tanta paciencia para tanta imbecilidad 
de todas formas tengo que cruzar la ciudad 
cruzarla y evitar la trampa de su monotonía.

Fuente: Revista literaria Alborada Nº 26( análisis y creación). Isla blanca. Chimbote, 2002

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